La Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) aseguró que existen 100 millones de refugiados. Es un 8% superior a los que había un año atrás.
Más de 89 millones de personas se encontraban desplazadas de forma forzosa en el mundo a fines de 2021, 8% más que doce meses atrás, en lo que era un récord histórico que se agravó posteriormente con la guerra en Ucrania que llevó esa cifra a las 100 millones, de acuerdo con el informe anual de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) presentado hoy.
Manteniendo la tendencia al alza registrada desde hace una década, el trabajo da cuenta de que el total de personas que se vieron obligadas a huir debido a la persecución, conflictos, violencia, violaciones de los derechos humanos, cambio climático y acontecimientos que alteran gravemente el orden público se elevó a 89,3 millones a fines de 2021.
Ese número es más del doble que los 42,7 millones que permanecían desplazadas a fines de 2012 y representa un fuerte aumento de 8% (casi 7 millones de personas) que lo registrado al cerrar 2020.
Dicho de otro modo, al terminar 2021 más del 1% de la población mundial, es decir, una de cada 88 personas, estaba desplazada comparado con una de cada 167 al finalizar 2012, alertó el informe Tendencias Globales que realiza la agencia de la ONU.
Conflictos
Este incremento está vinculado a que, durante el año pasado, unos 23 países, especialmente en África central y que en total albergan una población de 850 millones de personas, se enfrentaban a conflictos de intensidad alta o media.
La reconquista de Afganistán por parte de los talibanes, la lucha armada en la región etíope de Tigré, el golpe de Estado en Myanmar, la continuidad de la guerra en Yemen y las violencias insurgentes islamistas en la región del Sahel Central, especialmente Burkina Faso, son algunos de los conflictos que motivaron la suba de desplazados forzados en el planeta.
En Latinoamérica continuó el éxodo de venezolanos con más de medio millón escapando principalmente a otros países de la región a medida que se fueron flexibilizando las restricciones impuestas por la Covid-19, y también se registraron unas 100.000 solicitudes de asilo de nicaragüenses ante el aumento de la crisis interna durante el año electoral.
Si bien se concentró en lo ocurrido durante 2021, el informe subrayó que “es imposible ignorar” las consecuencias humanitarias de la guerra en Ucrania iniciada con la invasión rusa el 24 de febrero pasado, con más de 7 millones de personas forzadas a movilizarse dentro del país y más de 6 millones en el exterior en “una de las mayores y más rápidas crisis de desplazados desde la Segunda Guerra Mundial”.
Récord
Esto llevó a Acnur a advertir el mes pasado que, por primera vez, se había superado la barrera histórica de los 100 millones desplazados forzosos, en un récord que “nunca debería haberse alcanzado”, afirmó el alto comisionado de la agencia, el italiano Filippo Grandi.
El directivo destacó la respuesta internacional “extraordinariamente positiva” para ayudar a los ucranianos, que incluyó por parte de la Unión Europea (UE) una protección temporal aprobada en 2001 pero utilizada por primera vez en este conflicto, y exigió una movilización similar para todas las crisis a nivel global.
Este llamamiento toma especial relevancia ante planes como el aprobado recientemente por el Reino Unido para deportar a Ruanda a solicitantes de asilo, frenado temporalmente por varios recursos judiciales presentados por ONGs que apuntan a que es una “violación del derecho internacional”.
El contraste entre la respuesta a la crisis humanitaria en Ucrania y las otras que hay en el mundo también se refleja en las cifras que revela este último informe de Acnur: 83% de los refugiados están alojados en países de ingresos medios y bajos.
Turquía con 3,8 millones de personas, Colombia (1,8 millones), Uganda (1,5 millones) y Pakistán (1,5 millones) eran para fines de 2021 las naciones que más desplazados en el extranjero albergaban y recién en el quinto puesto aparece el primer país de los llamados “desarrollados”, que es Alemania con 1,3 millones.
En cuanto a un análisis demográfico, también hay diferencias, con “las mujeres y niños desproporcionadamente expuestos a una discriminación muy arraigada y a una extrema vulnerabilidad”.
En particular, los menores representan el 30% de la población mundial, pero el 42% de todas las personas obligadas a irse del lugar en el que vivían.
Ante este panorama, desde Acnur instaron a los líderes políticos a “una mayor solidaridad y responsabilidad” para ayudar a estas poblaciones.
Y recordaron las palabras recientes del secretario general de la ONU, António Guterres: “Cien millones de personas se vieron obligadas a huir de sus hogares. No se trata de una crisis de refugiados: los refugiados no son la causa. Se trata de una crisis política, que solo se resolverá con solidaridad y voluntad política”.